Ayer mi corazón te vio mil veces
repetida en la multitud,
pero la razón desestimó la ilusión
de tu rostro en cada esquina.
de tu cabello y de tu cuerpo,
pero la realidad me dejó solo
tosiendo el humo de los autos.
Cuentos, poesía, escritos varios que salen cuando uno se anima a abrirles la puerta...
Ayer mi corazón te vio mil veces
repetida en la multitud,
pero la razón desestimó la ilusión
de tu rostro en cada esquina.
de tu cabello y de tu cuerpo,
pero la realidad me dejó solo
tosiendo el humo de los autos.